lunes, 16 de marzo de 2009

ANTE LA CRISIS, CREATIVIDAD.

A ver, o se ve la copa medio llena o se ve medio vacía, el que la ve medio llena, se adapta al medio y sobrevive con mayor facilidad a los desastres. Es la aplicación de la teoría de Darwin. Ya sabeis, eso de evolucionar, el ejemplar más fuerte y todas esas cosas tan misteriosamente biológicas...

Yo he salido esta tarde del curro con la vagancia más extrema del universo, quería llegar a casa pero solo de pensar en todo el trayecto que tenía que hacer... caminar, metro, caminar más, escaleras... ufffff.... Hasta me he planteado quedarme sentada en una terraza durante un par de horas para evitar esos veinte minutos de camino que se me antojaban más largos y duros que la condena de Sísifo.

Sísifo: "Joer, que duro es tener que subir esta piedra hasta lo alto de la montaña para que luego ruede de nuevo hasta el suelo y vuelta a empezar..."
Lanenita: "¡Anda ya, Sísifo! Mira que eres quejicas... Yo he currado ocho horas hoy y ahora me toca bajar hasta mi casa y luego subir 5 pisos sin ascensor..."
Sísifo: "Coño, Nenita, haberlo dicho antes. Evidentemente, tu drama supera al mío con creces... ¿Quieres que te sostenga el bolso un rato? Yo voy subiendo la piedra y así descansas..."
Lanenita: "Hombre Sísifo, ya que te ofreces..."

Señores directivos de las Grandes Multinacionales del Automóvil. ¡Se están equivocando! Todos sabemos los desastrosos números que arrojan sus balances financieros, y ustedes erre que erre a querer vender más coches... ¡MAL! Y dale con anuncios cutres para meternos las cuatro ruedas por los ojos... ¡PEOR!

¡Creatividad señores! Ante la crisis, exprímanse las neuronas. La gente ya quiere otras cosas, no se van a sentir tentadas a gastar sus pocas monedas en algo aburrido y más visto que las tetas postizas de la Obregón. Hay que ofrecer novedades, tentaciones en forma de manzana u otras cosas apetecibles. Y yo, Lanenita, tengo la clave del futuro:

TELETRANSPORTE.

Sí Señores, sí. En lugar de investigar si un volante redondo o cuadrado inspira más a los conductores mientras van escuchando Camela de camino a casa de su suegra, investiguen sobre el teletransporte. Todo ventajas: no contamina, se alimenta con energía solar, no produce atascos de tráfico, no hay accidentes, no la batalla por el aparcamiento, nadie se pasa el límite de velocidad de las micropartículas desplazadas... Y sobre todo, sobre todo, sobre todo... ¡Lanenita se ahorraría los veinte minutos de tortura que le suponen volver a casa cada día!

No me vengan con el rollo de que es materialmente imposible, si hay más ingenieros en el mundo que mosquitos. Seguro que ellos encuentran la forma. ¿Y luego? Sueñen... un cubículo de metal, marcar una breve clave de 20 dígitos y en casa en menos de un parpadeo. ¿A que suena bien? ¿Pues a qué esperan?.

Yo estoy dispuesta a donar los 2,45 euros que me quedan en el monedero para comenzar la investigación. Todo sea por el avance tecnológico.

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