miércoles, 21 de enero de 2009

SER PROPIETARIO DE UN PISO

Bueno, para empezar, esto es algo muy relativo. Uno es propietario cuando ha dejado de pagar la hipoteca y le ha hecho un corte de mangas, como cariñosa despedida, al banco. Hasta ese momento, como todos sabemos, seguimos siendo unos pringados. Tal vez, según los años que llevemos pagando, podemos considerarnos propietarios del metro cuadrado que ocupa la nevera o la lavadora. ¿Eso son metros útiles según la escritura de propiedad?

Bueno, pues ya puestos en situación y aceptando puteados que en el único espacio inmobiliario que realmente nos pertenece está viviendo un cacharro que da vueltas con ropa dentro... ¿Qué nos queda? Pues problemas, follones y esclavitud, cómo no...

Estoy muy cabreada, muy harta y muy cansada. Cuando compre mi pisito en el Gótico de Barcelona, me lo colocaron como céntrico, con una reforma recién hecha, con una comunidad de vecinos a punto de constituirse, gran terraza... ¿Cómo pude no darme cuenta? ¿En qué momento perdí el juicio y me convertí en una oligofrénica encadenada a una hipoteca?

La realidad ha resultado ser otra, por supuesto. Céntrico se convirtió en atestado de guiris. La reforma recién hecha debía ser barata porque se caía a trozos. La gran terraza de uso privativo se ha convertido en lugar de paso habitual para todos los vecinos que quieren poner su antena de TV. ¿Y la constitución inmediata de la comunidad de vecinos....? este es el Punto Estrella de La Caixa.

Como ya habréis adivinado, tal cosa no estaba en proceso de ser constituida en absoluto. Fue, lo que se dice una trola de las güarras para que nos tragáramos el piso cuanto antes. En lugar de eso, el hallazgo fue la mitad de propietarios ausentes y/o desconocidos, pisos patera con inmigrantes ilegales, desperfectos constantes causados por los propios “vecinos”, escaleras rotas, puertas rotas, telefonillos rotos... arreglados una y otra vez y vueltos a destrozar....

Ser “propietario” de un piso como este en la coyuntura actual de crisis económica es como comprar todos, TODOS los billetes de la rifa para “El dolor de cabeza más extremo y duradero del mundo”. El deporte favorito de todos los vecinos es escaquearse el máximo posible para no tener que asumir ninguna responsabilidad. Ya sabéis “ande yo caliente...”. Y al final acabamos los pringados de siempre dejándonos la salud mental en el simple arreglo de una gotera recalcitrante.

-Nenita, ¿por qué no pasas de todo, como los demás?

La razón es bien simple. Por puro ASCO. Si quisiera vivir en una pocilga, me volvería a una granja en mi Galicia natal y disfrutaría del paisaje mientras mi piara de cerdos engorda. Pero no hay otra opción. Hay que hacerlo. Porque los cerdos con los que convivo actualmente no van a acabar en mi bodega después de un San Martín.

Pues lo dicho, hoy me cago en la propiedad, las comunidades de vecinos, en los bancos, en los cerdos y en la puta madre que los requeteparió. A todos. Ya no quiero ser propietaria. Me da por saco que dentro de 10 años se haya podido revalorizar la propiedad de los cojones. Me importa una mierda el dinero. Quiero ser libre.

Quiero volver a ser libre.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

jajajjajajja ja estàs més tranquila? estic amb tu, pensa que no estàs sola, ja sé que no serveix per res, però hi ha moltissima gent que està com tu o pitjor... ejejejjeja vinga aixeca't mira aquest blau cel que fa avui a la ciutat de Barcelona, és preciós oi?

LANENITA dijo...

Sí que es precioso, sí... el único momento de paz del día.
Aunque sería incluso más bonito si pudiera tener una escopeta recortada y limpiar un poco las calles...

Bueno. Estoy segura de que existe una manera de arreglarlo. Todavía no sé cual es, pero la encontraré. Bueno, es que no tengo otro remedio...

Palabra santa para generaciones futuras: "NO OS COMPREIS UN PISO".
Es una encerrona...

Gracias por tu solidaridad.