
Parece ser que estas imágenes han sido un boom informativo, yo no las había visto, pero una querida amiga me ha hablado de ellas y ahora tengo que colgar el video en el blog. Y ahora sí que voy a desgastar mala hostia. Mala hostia y ternura a partes iguales.
En el video, un perro callejero es atropellado, y otro perro salta a la carretera, sortea los coches y como puede, arrastra lejos del peligro al moribundo. Algunos comentan al ver las imágenes "qué humanidad". Eso es un insulto para la heroicidad del animal, ¿cuantos humanos harían un gesto similar? ¿Acaso ayudamos a los que están pasando hambre y frío a dos calles de nuestra casa? Y me incluyo, no voy a pecar de hipócrita.
El tema viene muy a cuento ahora que se acercan las navidades. Muchas familias compran un precioso cachorrito para los niños y hacen unas fotos que quedan preciosas junto al árbol. Dentro de seis meses, cuando preparen las vacaciones de verano en Tenerife, también prepararán el plan de abandono del cachorro que ya se ha hecho demasiado grande. Claro, a los niños les hacen ilusión los perritos a manchas negras o los Scottex. Y luego, se convierten en dálmatas nerviosos o labradores grandes con pelaje difícil de cuidar.
Pues aquí dejo mi más profundo desprecio hacia este tipo de personas. No, no voy a ser políticamente correcta, es un gesto que me da verdadero asco y que demuestra mucho de la verdadera categoría de alguien. Es tan profundamente egoísta e inconsciente que me pregunto qué calidad de vida personal puede tener alguien que tiene los santos cojones de hacer esto.
¿Sabeis qué pasa con los perros abandonados? Muchos de ellos mueren atropellados cuando, desorientados intentan buscar el camino de vuelta a casa. Son maltratados por hijos de puta. Enferman y mueren. Otros acaban sacrificados en perreras y los menos tienen la suerte de ser recogidos y adoptados de nuevo por una familia que realmente los desea. Estos, desgraciadamente, son los menos...
Compartir tu vida con un animal es una gran responsabilidad que hay que saber asumir. Es cierto que a veces, por razones de la vida, se tiene que dejar atrás a un compañero peludo, plumífero o escamoso. Pero sufriendo, y buscándole previamente un nuevo hogar y una familia responsable y de fiar.
Compartir la vida con un gato o un perro es un privilegio. Ellos son leales, nunca les importa la ropa que llevas puesta o que hayas tenido un mal día en el trabajo. Saltan o maullan de alegría sincera cada vez que te ven, nunca son hipócritas. Si están enfadados te lo demuestran, y aún así, siempre, siempre te quieren. Ellos no conocen las convenciones sociales y no te juzgan jamás.
No hablo por hablar. Por circunstancias del camino, yo tengo tres gatas en un mini piso de 35 metros y a veces me las veo y me las deseo para poder cuidarlas. Y sé que por ellas alteraría un viaje, o dejaría de hacer una mudanza... porque ellas me dan a mí mucho más de lo que yo les doy a ellas. Los que teneis animales sabeis lo que significa llegar a casa cabreado con el mundo y que el bicho peludo se os suba zalamero al regazo, o cuando os da un lametón en la cara cuando estais tristes, o el susto cuando se ponen malos...
No lleveis un cachorro a casa por impulso, por favor. Si no lo habeis tenido nunca, no lo necesitais. No compreis animales, no son objetos de comercio. Si de verdad quereis compartir vuestra vida con un animal, los hay a cientos en las protectoras. Incluso de raza, si os poneis caprichosos. Castradlos si no podeis asumir las camadas y para evitarles enfermedades. Por favor, por favor.... os darán tanto amor y os serán tan leales...
2 comentarios:
Hola! me reconforta saber q hay gente que piensa y actua como vos! tu comentario sobre lo q significa la relación con los animales me reconcilia con parte de los "seres humanos", gracias!!!!!es el mejor mensaje navideño q lei!!!!!
(una perla en medio de tantas vacias y absurdas paginas de internet...)
Muchísimas gracias por tus palabras, Karen. Me gustaría que existiera mayor conciencia social acerca de este tema. Lo que no acabo de entender es que haya personas que ni se planteen el dilema moral de abandonar a un animal.
Pero también depende de nosotros en la vida diaría, de hablarlo con nuestra familia y amigos, y de educar a los niños en el respeto a la naturaleza y a los animales.
Muchísimas gracias por tus palabras de aliento!!!!
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