Dios, generoso, miró con ojos compasivos a la comedora compulsiva de alimentos procesados y le dijo dulcemente: "Te concederé un deseo. Dime, Nenita, ¿dónde desearías estar ahora mismo?"
Y Lanenita, sin dudarlo ni un instante, respondió: "Aquí. Aquí desearía estar ahora."

Y Dios le concedió su deseo.
Foto: Fisterra. Galicia.
1 comentario:
Está naciendo una nueva Gloria Fuertes en ti! Tu poema "Luna de Pimienta" me hizo saltar las lágrimas. Algún día le pondré música.
Sigue así,
H.C.
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